Es muy sencillo. Mandame un email a poesia1963@gmail.com y será publicada tus poesías o tus relatos. Se admiten un máximo de dos trabajos siempre en formato word .No olvidar una fotografía del autor. Todos los trabajos aquí expuestos estan registrados los derechos de autor y expuestos bajo la autorización personal, así como las imagenes que son tomadas de la red siendo de la propiedad del autor. Administrador : Santiago Medina Carrillo. Fundado el 25 de Enero de 2011

martes, 1 de febrero de 2011

Miguel Vivas Ruiz





Miguel Vivas Ruiz (Badajoz 1981)

Músico y Licenciado en Ciencias Ambientales.

Desde el año 2003 forma parte como guitarrista, autor y voz del grupo musical El Desván del Duende, con el que publicó un primer disco en el año 2007, titulado “Eres buena gente”, en el que se incluye el tema “Macetas de colores” (himno de la candidatura de Cáceres a la ciudad de la cultura europea 2016), y un segundo disco en el año 2009, titulado “Increíble, pero cierto”, ambos editados y producidos bajo un sello audiovisual propio: “La Cueva Records”.

En el año 2008 realiza varias incursiones en la poesía musical de la mano de Jose Manuel Díez, protagonizando varios recitales en institutos de la geografía extremeña.

En el año 2009 colabora como guitarrista y corista en la orquesta “Frenesí” y forma parte de “La Infame Turba”, un espectáculo callejero de poesía, música y performance  que progresa en “El vuelo del Paquidermo”, actual formación.

Aficionado a la escritura, afila su pluma y vierte cada creación en su blog de opinión “Palabrafernalia” (http://miguelvivas24.blogspot.com) del cual publicó su primer libro de idéntico nombre en el año 2010.

Su Obra :



"Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar".
Paulo Coelho. Escritor brasileño.



Como hiende el aire tu mirada... Así cabalgan mis sueños a lomos de tu ser callado.

Llevo cien vidas ahogado en tu voz, agazapado a tu hermosura. Cien vidas y una tarde de invierno, como esta, como tantas que sin esta serían tiempo, sólo tiempo. Por eso me he empujado a este momento, a despeñarme en tus pupilas por este corazón errante.

¿Sabes? Ahora frente a ti parece tan sencillo decir te quiero; te miro en calma y resulta tan obvio que el universo pretenda tu boca... pero esto es mucho más que simple y puro amor. Esto crece aquí adentro, como el vals de la marea; como le brotan nostalgias a la calle de mi infancia, y no logro contenerlo ni un sólo segundo más. Es... es como hilvanarte el alma de terciopelo, así de henchido me lates cada latido.

¿Cómo hacerte ver...? ¿Cómo decirte que estoy en los suburbios de tu esmero niña, de tu prisa por saberme? Soy... Apenas sí soy un contorno a tus dominios, la oquedad de tus pisadas, y es tan terriblemente triste, tan miserablemente injusto...

Tú no lo sabes, pero necesitaba gritarte desde esta periferia de tus días cuanto siento la desazón de las petunias a tu estela en el jardín, los celos que le arrancaste a la luna cuando el sol te amarró el pelo con la sombra de un ciprés. Tenía que llorarte ese vacío en que me habito, las raspas de tu curiosidad, de tu desquiciante falta de apego... ¿Es que no hueles el desvarío en las nubes? Nadie lo hace, pero mira como mueren lentas cuando tú, solamente tú, vas a alzarles la vista ¿Lo ves? Caminas y se ensancha el parque niña, sólo quería decírtelo porque nadie hoy se ha parado a contemplarte y yo... Yo necesito que me sepas tuyo.

                                                                                   Miguel Vivas Ruiz



"Es raro, muy raro, que alguien caiga en el abismo del desengaño sin haberse acercado voluntariamente a la orilla".
Concepción Arenal (1820-1893) Escritora y socióloga española.



 Sabía que enfermaría de amor, que arrastraría su pena vagabunda hasta roerle la paciencia, hasta pudrirle el temple de por vida. Sabía de aquella tumba señalada de antemano, del abismo donde enterrarse hasta la lengua, sin espacio para las dudas... Por eso saltó.

Por eso se precipitó por dentro hasta morir de golpe en aquella boca, por la verdad irrebatible de un momento paladeado ante los dioses. Eso le bastaba, el arañazo en la panza de un cielo devorado a dentelladas. Le sobraba con matarse en su suicidio involuntario, mirarla como nunca había mirado, como ya nunca miraría. Le alcanzaba con un reloj de arena desangrándole la gloria de saberse infinito en ese instante.

Sabía que era fugaz, que se le iba en cada beso. Marchaba sin remedio a cada gota de sudor y se perdía en sus adentros. Y sabía que a su paso moriría en plena calle, desangrado de indiferencia en sus andares. Al recuerdo del paisaje perdido, del perfume a pecado, de aquel encuadre ajeno y su mirada sedienta; llorándole la juventud que se le escurre a la nostalgia... Por eso espoleó a la fiera que lo habitaba con una boca en estampida, con su presente a cara o cruz.

Y el universo acabaría ahí, justo tras la resaca de manos, en plena ruleta rusa del vicio, y ella marcharía perfecta, tan vacía de amor como sucios los pasos secos de él. Y jamás lo querría, y jamás siquiera lo recordaría... Pero habría sido suya. Por eso no dejó morir la luna sin reptarle la cintura, por sentirse suyo aquellos segundos de aliento caduco, de vuelo pasajero rasante de labios eternos en su memoria.

Advirtió la muerte recta, implacable tras el horizonte de caricias, justo cuando al preludio de batalla comenzó a extrañarla. Lo adivinó desde el rompeolas de sus párpados anegados, palpando la furia de los mares que atronaban el malecón de aquellos ojos... Por eso jamás dudó.


                                                                                                      Miguel Vivas Ruiz




"En un beso, sabrás todo lo que he callado".
Pablo Neruda (1904-1973) Poeta chileno.



Se me escurría la vida y tenía que hacerlo. Sí, como cuando dejabas secar los segundos apelmazados sobre el hálito tragado, callado por no rozarme. Cuando no queda más remedio que gritarse a uno mismo lo terrible de envejecer en parsimonia, con el latido comedido, con el secreto crepitante... Tal es mi vencimiento mujer, justo ahí te necesito como antes, terminal en los labios.

¿Sabes? Hiciste llorar a mi poema pero él sigue mirándote en la nada, buscándote con los ojos anclados a otro tiempo, al camino desandado; borracho de recuerdos como se desquicia el pez frente al vidrio curvo. Y te observo cauteloso desde dentro, enfermizo como siempre, con la madurez que sólo prestan los proyectos vencidos que nunca comenzamos.

Caduco me raspé tu apego de antaño, lo limé hasta espantarme la cobardía, pero sigues aquí, a pesar de mil amores. A pesar de los glaciares habitados, de los bolsillos remendados... Aquí y no logro sacarte de mis días ni al batir de siete mares. Por eso me desprendo, por eso te acorralo.

Necesito rebosarme de la vida, desmedirnos la mesura hasta colgarnos de la luna. Sin reservas ni rodeos, sin certeza de un mañana en que volver a naufragarnos. Por eso para ser, seré sin más si tú me dejas... Por eso me suicido en esta boca que hoy te besa.

                                                                                                  Miguel Vivas Ruiz


"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante".
Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.



Por si marcho mañana guárdate mis formas, dile al cielo que destierre mi cruzada, vela mi memoria cuando todo esté perdido.

Dile al mundo que fue un placer morarlo, habitarle la lluvia en los portales, morir de infancia en callejones marineros. Cuéntale que este yo quiso ser poeta pero un rebaño de celos le trepó la boca, achares de una flor engalanada, del lunar de tu mejilla. Nárrale cómo cuidé a los míos, valiente sobre el vacío de la nada. A dentelladas, con la garganta podrida de escupirnos llantos.

Cuéntale que peiné las canas que nunca tuve con los amigos de siempre, esos que visitan a mi madre, los que sudan salitre y van siempre conmigo, enjaulados en las costillas. Detállale cómo perfilé de besos mil bares huecos de amor, cómo luego amé hasta acotarme el horizonte; hasta latirme dentro un campo entero de amapolas... Háblale de mis sueños despoblados a certezas, de esta nostalgia que levó el ancla a los vértices del tiempo.

Por si marcho al fin, miradme en la luna y guardad los besos del mañana; no olvidéis atisbar el asombro en los ojos de este niño feliz. Gritad cómo regué de acordes mis venas hasta hacer del son veleta de mi alma, a orillas de la mar serena, a la sombra fresca de una encina... Libre como las palomas.

Sabréis que sólo fui ese amante de palabras, una hazaña en cada puerto, el pasado por llegar. Sabrás que sólo soy el olvido en el trapecio, una herida en tu paisaje, el espejo de esta sombra... del cristal con que la miras.


                                                 Miguel Vivas Ruiz

6 comentarios:

  1. Bienvenido a este blog.Gracias por ocupar un espacio en este rincón de la cultura.
    Tus escritos amenizan nuestros sentidos haciendonos participes de tu escritura.Me encanta tu forma de escribir.
    Un saludo
    Santiago

    ResponderEliminar
  2. Gracias por cederme este rinconcito amigo, nos seguiremos la pista, sin duda. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Oye niño...¿hay algo donde no estés involucrado?
    Eres maestro de artes y oficios,¿eh?
    No hay más que leerte para saberlo.
    Un placer leerte como siempre desde que te descubrí.
    Mesos y mordiscos;ya sabes muak-ñam

    ResponderEliminar
  4. excelente obras que nos regala este autor y compositor,porque tambien es musico,lo que se dice poca cosa,mis felicitaciones para miguel,sus obras no me hand ejado indiferentes y estoy segura que tampoco lo dejara a todos los que lean esta entrada dedicada a el.

    gracias amigo por invitarme a leer estas joyas literarias que gracias a ti tengo el honor de poder disfrutar.

    un fuerte abrazo para todos y que pasen un esplendido dia!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  5. Miguel, es un placer recorrer tus sentimientos desbordados en unos textos de magnífica hechura y bellísima prosa que establece un puente sin fisuras con la poesía de hoy.
    Un lujo leerte.
    Besos.

    ResponderEliminar
  6. Los vertices del tiempo. Me invadió. Su placidez y su ritmo. Eres bueno, demás está decirlo. Y la prosa poética es género algo perdido, que bueno que un poeta como tú, joven espiritual, la enmarque en creaciones tan plenas. Por lo demás, felicitaciones y admiración, pues se requiere mucha disciplina a lo interno para cubrir Agenda tal. Saludos a todos, que bueno encontrarlos otra vez y siempre.

    ResponderEliminar