Comencé a escribir a los sesenta años, cuentos y poesías, lo hago con pasión, me gusta lo cotidiano.Corto el recorrido, amo el deporte y lo practico.
Colaborador del Periodico La Verdad de la Ciudad de Cartagena y participé en el V Festival de la Palabra en Alicante España.
Su obra :
¡El Carrusel!
La noche intranquila llegaba
En noche buena extraños ruidos se escuchaban
El Maligno una sorpresa nos preparaba
A los niños ricos en Navidad
Un Carrusel les regalaba
De dinero sus bolsillos se llenaran
Y con entusiasmo jugaran
De papel el Carrusel
Codicia tan elevada
Como la Torre de Babel
Sonrisas con billetes de papel
De papel el Carrusel
Con malos olores a hiel
Los ricos de papel su Carrusel
Suerte tejida por el Maligno
En forma cruel
El espectáculo comenzaba
Los bandidos en la raya
Listos para recibir sus tajadas
El carrusel giraba y giraba
Millonarios contratos se ganaban
El Maligno contento los pechichaba
La cárcel de la Picota los esperaba
La pesca milagrosa estaba asegurada
Muchos peces agarraban
Las Picúas en el agua saltaban
En Bogotá, las devoraban
Y en Cartagena
El Miti, Miti, se alborotaba
Con ambición y avaricia los contratos se disputaban
Nuestros Gobernantes
Con pelos, y señales los entregaban
A los mismos peloteros, que todo lo arrasaban
El Carrusel se burlaba
Nuevas sorpresas nos tenía preparada
El mal de las Hecatombes,
Herencia del pasado aparecía
Y el billete de los pobres se perdía
La Educación enloqueció
El nivel de los estudiantes bajó
La Justicia tambaleó
Y Dio sus manos metió
El Ejército, como loco corría
Tras los alzados en armas, bandidos y Paracos
La Policía, tragaba en seco y sonreía
De pura cortesía
A los puentes, un beriberi les dio
Y al suelo fueron a dar, sin protestar
El Transporte se revelaba
Harto billete pagaban
Por el mal estado de las vías
Los dolientes si sentían
Al Das las chuzadas
Los ponían a temblar
Has das y no mires a quien
El que a buen das se arrima
Una buena chuzada lo cobija
A la Salud un patatús le dio
Las drogas el mete uñas de moda
La Salud Política
Del susto la dejaron Paralitica
Padre Santo
Que al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
No le caiga la roya ni lo conviertan
En otro engorde de marranos
Ni en otro dolor de cabezas
Ni en otro tumbe mi hermano
Agro Ingreso Seguro
Agro voto Seguro
Prestamos para todos los duros
A los campesinos ingrato futuro
Las Notarias, de ellas se burlaba mi tía
En tremendo lío el Político Corrupto se metía
Si el negociado salía
La Fiscalía, la Contraloría, y la Procuraduría
A los bandidos de cuello blanco
Dolor de cabeza de todos los días
Las Altas Cortes, todos los embates resistían
Los delincuentes llenos de terror huían
Y en las Embajadas, a muchos los capturaban en bajadas
Pero subían los precios de los combustibles,
Los impuestos, los alimentos, el agua, la luz
Las Residencias y Moteles
Para que no quedara el huele, huele
A los Hospitales, a las Empresas cerraban
Los negociados iban y venían
Y hasta luego vieja Chana
Me brindas una buena Colombiana
Que siga luchando y no pierda las ganas
Idelso Puello Pérez
¡EL POETA Y LAS LETRAS!
En silencio
Lloran los padres de alegría
Lágrimas de letras
Por el poeta
Que acabó de nacer
No conocen las letras
Pero nació un poeta
En silencio
Lloran de dolor
Sus padres
Los poetas y las letras
Por las letras y el poeta
Que acabó de morir
En silencio
De la tierra brotan
Lágrimas de letras
Por el poeta
Que acabaron de enterrar
En silencio
Llueven lágrimas de letras
Por el alma del poeta
Silencio guardó la tierra
Guardaron sus padres
El cielo y las nubes
Los poetas y las letras
Silencio
En la oscuridad de la noche
Con la llegada del día
Bajo la tierra
En lo infinito del cielo
En la profundidad del mar
Las nubes dejaron de llorar
La tierra se detuvo
El sol no quiso brillar
La luna ocultó sus encantos
El cielo se cambió de vestido
El mar no se movía
En honor al poeta que moría
El fuego no pudo
Consumir los mensajes
Que dejó el poeta a la vida
Nunca murió el poeta
Ni las letras
El poeta antes de morir
Se despidió de las letras
Siempre le decía:
Mi eterna compañía
Idelso Puello Pérez
De visita a una amiga
Como buen amigo
La quise sorprender,
Sorprendido quedé
Con el drama que encontré
Llorando me decía,
Que mala suerte la mía,
Lamian casi todos los días
Mis hijos las piedras y huesos
Que en la calle recogía.
A la olla iban a dar
Y con mis lágrimas
Los terminaba de cocinar.
Alrededor del fogón,
Diez niños tristes y hambrientos,
Diez niños desesperados llorando
Y a su madre por un bocado
Sancocho de pesares,
Lágrimas, piedras y huesos.
Dentro de la olla
Por montones había,
Esa madre angustiada
Los revolvía,
Ningún olor le salía,
Los niños se dormían
Esperando ese poquito de comida,
Que a sus estómagos nunca llegarían.
Son los sancochos de la vida,
La pobreza y la miseria,
Con impotencia
Dolor y rabia
Lo decían,
En Cartagena es el alimento
De todos los días.
Idelso Puello Pérez
idelso2020@hotmail.com
Bienvenido a este blog. Gracias por tu colaboracion.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Idelso un placer leer tus poemas .Bienvenido a este rincón de letras .
ResponderEliminarUn abrazo fraternal de MA.
quiero dejar mis felicitaciones y un fuerte abrazo para este escritor boliviano y lo felicito tambien por sus escritos que son preciosos.
ResponderEliminarsi mal no estoy informada el sancocho es una comida tipica de colombia,verdad?
besitos para todos y los veo a mi regreso la semana entrante!!!!!!
Sr.Santiago Medina
ResponderEliminarGracias por la publicaciones de mis escritos
es una forma de colaborar con la paz en mi Colombia.El sancocho no es un santo es un delicioso plato típico costeño es un placer disfrutarlo.
No todos los días se goza de un sancocho de poesías
Muchas bendiciones
Idelso Puello Pérez
Hijos de la tierra
ResponderEliminarEn estos momentos inciertos
Confusos frios cercanos
Con olor a muerte
El espiritu asomandose sutilmente
Entre las sabanas blancas casi transparentes
Con olor a muerte
85 dias resistiendo
85 dias sin respuesta
Confundidos consecuentes firmes unidos
Afuera la impotencia reveldia reprimida
Fantasmas espiritus almas vidas
Entre lo incierto y lo cierto
Es que solo queda el lamento
Dias funebres vacios siniestros
Esperanza muy poca de cortar las cadenas
Pero cuando salgan de esto
Viviran nuevamente entre sueños y estrellas
En los campos floridos de amapolas muy bellas
Sin dolor sin cautivo sin sumbidos
Siendo libres angeles llenos de cielos
Arbol del fruto prohibido
Candelaria Herrera
(liza Garri)