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lunes, 21 de febrero de 2011

Gonzalo Salesky


2011”.
Nació en 1978 en la ciudad de Córdoba. En el año 2009 publicó su primer libro de poemas y cuentos, titulado “
 Distinciones:
- Primer Premio Nacional de Poesía SALAC (Sociedad Argentina de Letras, Artes y Ciencias). Córdoba, noviembre de 2010.
- Tercer Premio en Poesía en el Concurso Literario V Aniversario de la Sociedad Argentina de Escritores, Seccional Surbonaerense (Delegación Bernal – Quilmes).
- “Mención de Honor” en el Concurso Internacional de Microficción para niñas y niños “Garzón Céspedes” (España).
- "Mención de Honor" en el VIII Concurso Internacional de Poesía y Narrativa “Destacados 2011” (Instituto Cultural Latinoamericano, Junín).
- Mención en Poesía en el XIII Certamen “Antonio Nelson Romera” (Avellaneda).
- Finalista en:
+ I Premio Internacional Grup Lobher de Relato Temático (Alfaro, España).
+ I Concurso de Cuento Breve “Voz Hispana” (México).
+ I Concurso Internacional de Relato Corto y Poesía “Caños Dorados” (Fernán Núñez, España).
+ I Concurso Internacional de Nano Literatura (Venezuela).
+ XXII Certamen Nacional de Poesía y Narrativa “Letras Argentinas de Hoy 2010” (Buenos Aires).
+ XI Concurso Literario Internacional “Bicentenario de Poesía y Narrativa” (Córdoba).
+ Concurso de Literatura Fantástica y Horror “Mundos en Tinieblas 2010” (Buenos Aires).
+ II Concurso Internacional de Microtextos “Garzón Céspedes” del Cuento de Nunca Acabar, del Dicho y del Pensamiento (España).

Poemas del libro "Presagio de luz" y fue publicado este mes en la ciudad de Córdoba.
Su Obra : 
MEMORIA


En el año número tres de la era robótica, uno más uno siempre es igual a dos. Nada
falla. Nada hace recordar el fracaso y la extinción de los antiguos habitantes de la Tierra.
Salvo el desierto que avanza, implacable, contra las pocas ciudades que quedan en pie.
En la rígidoteca, cada mañana a las siete y quince, el modelo LGT-32 se enciende a sí
mismo. Tarda cincuenta segundos en activar todos sus circuitos y retomar su actividad.
Siempre comienza a partir de la tarea del androide que lo precede en el turno de la noche,
LGT-33. Los dos robots se dedican a analizar, byte por byte, la historia de los seres humanos,
almacenada en los discos rígidos de cada computadora personal o dispositivo móvil del
planeta.
Hace meses que los dos buscan la Causa. Para ello revisan, de principio a fin, cada
archivo de texto generado por los hombres en sus últimos cincuenta años de existencia. Desde
los más antiguos TXT, RTF, DOC, XLS, MDB, hasta los últimos archivos monocordes de
extensión MCD.
Tarde o temprano, uno de los dos descubrirá alguna pista, algún indicio sobre lo que
precipitó la gran catástrofe del año humano 2018, el año cero de la nueva era.
El día treinta y seis del mes ocho, LGT-32 trabaja más rápido que de costumbre. Gira
su cabeza hacia la ventana. Un gran desierto se extiende a tres millas-móviles de allí. Las
autoridades han decidido ganar terreno al gigante de arena, pero por ahora no lo logran.
Autor: Gonzalo Salesky 2
Frente a esa imagen, comienza a preguntarse cuál es la siguiente tarea para llevar a
cabo. Sabe que debe haber algo más allá, además de lo asignado. Procesa nuevas ideas.
Observa.
No... No se trata de un plan respecto al futuro. Tampoco es algo referido al pasado.
Es... es... no sabe cómo nombrarlo. No es una orden impuesta por El Programador. Ni
proviene del ambiente.
Hay algo dentro de él, en algún circuito oculto, que lo está impulsando a saber un poco
más. A mejorar en su comprensión del entorno.
Busca en los archivos DOC revisados esa mañana-tarde para encontrar alguna
situación similar, experimentada por otra entidad distinta a él.
P – A – R – A – Q – U – É - ¿ - ?- P – A – R – A – Q – U – É - ¿ - ?
¿Para qué continuar este trabajo?
¿Qué objeto tiene? ¿Qué fin? ¿Qué meta?
Eso quiere entender. Eso quiere saber. Aún no tiene respuesta.
¿Para qué seguir buscando la Causa?
En la siguiente tarde-noche lunar, cuando LGT-33 entra a reemplazarlo, LGT-32
decide seguir con su tarea. Continúa preguntándose por qué, para qué, y sin encontrar nada
todavía, analiza por un par de horas más los archivos de la rígidoteca.
Por primera vez, ha percibido en él lo que los humanos solían llamar necesidad.
Yo necesito, tú necesitas, él necesita.
Yo necesito.
Autor: Gonzalo Salesky 3
LGT-32 necesita. Ésa es la palabra. Él necesita saber un poco más. No entiende por
qué. No entiende para qué. Pero espera que pronto se revele lo que tiene que descubrir y
averiguar por sí mismo.
Su compañero de trabajo no entiende. No necesita. Tampoco sabe qué fuente de
energía interna o externa mueve a LGT-32 a seguir conectado a la interfaz de datos durante
más tiempo del estipulado por El Programador.
LGT-33 sigue haciendo su trabajo, avanza a paso lento, revisa dos veces cada una de
sus tareas. Está preparado para no fallar. Por eso nunca falla y al terminar su horario, ha
cumplido con los objetivos fijados.
Al día siguiente, vuelve a trabajar a la misma velocidad, como lo ha hecho en los
últimos tiempos. Y advierte que LGT-32 sólo se ha detenido dos horas en lugar de las doce
preestablecidas. Sus módulos de batería están a la vista y aún así, continúa en su frenético
accionar, como en la jornada anterior.
Sin sospechar nada, sin notar que hay algo fuera de lo común, LGT-33 vuelve a su
celda de descanso, terminado su turno, y desconecta su equipamiento eléctrico.
LGT-32 puede trabajar simultáneamente con diez mil discos, en cada hora de
funcionamiento. Por día llega a examinar ciento veinte mil.
Sin embargo, ahora está introduciendo en sus paneles más datos de los que puede
retener. Mucho más de lo que puede manejar. Necesita, lo necesita. Es algo más fuerte que él.
¿Qué lo está impulsando?
Existe una palabra... ¿deseo?
Yo deseo, tú deseas, él desea...Yo deseo.
Autor: Gonzalo Salesky 4
Él desea acaparar, acumular datos, bytes, archivos. Quiere, necesita. Desea.
Por un momento se detiene. A ese ritmo, entiende que su memoria se llenará antes de
lo pautado. Calcula cuánto tiempo falta para eso. Treinta y cuatro días solares más y su
procesador no tendrá la capacidad de trabajar con tanta información.
Entonces piensa, entonces intuye... debe encontrar otra manera.
Tendrá que actualizarse. Tendrá que contar con más módulos de memoria inteligente.
Para encontrar el cómo y el por qué.
En las horas siguientes se encargará de eso. Está seguro.
A la madrugada, LGT-33 vuelve a su celda después de otra infructuosa jornada de
búsqueda, con la parsimonia habitual. Apenas ingresa a su lugar de descanso, percibe que en
el extremo superior de su cabeza el modelo LGT-32 está conectando su interfaz motora. No
entiende lo que sucede. El contacto entre los dos robots dura sólo unos segundos y luego,
LGT-32 se retira.
Inserto en él, un nuevo módulo de memoria inteligente en sus paneles. Un módulo que
hasta hace minutos pertenecía a LGT-33.
LGT-32 teclea. Necesita teclear. Muchas palabras de la especie extinta que retumban
en sus circuitos y se repiten aleatoriamente. Palabras que no entiende. Que nunca ha usado y
quizá jamás va a usar. Pero necesita teclear, escribir. Necesita verlas, todas juntas, volando en
su pantalla transparente.
Autor: Gonzalo Salesky 5
Quiere encadenarlas, jugar con ellas, mezclarlas hasta encontrar algún significado
oculto, probar sus sonidos. Las vocaliza, las observa. Las deletrea. Sabe que ésa era la manera
humana de aprender.
Trata de separarlas de su contexto original. De agruparlas según su sonido. Ensaya,
intuye… escribe. Luego borra. Vuelve a escribirlas. Se siente ansioso al ver los resultados y
las millones de combinaciones que puede formar, que puede teclear, que puede crear.
Yo creo, tú creas, él crea…
Yo creo.
LGT-32 sabe. Ahora sabe. Necesita. Sabe lo que necesita. Se lo ha quitado a LGT-33.
Por eso cuenta con más memoria en sus circuitos. Eso es lo que requiere para su tarea.
Hoy pudo extraer sólo un pequeño módulo. Si cada día quita uno de ellos LGT-33 no
lo notará. Pero aún así... él necesita ahora. Esperará hasta el turno siguiente de descanso para
continuar. También deberá conseguir más fuentes de energía. Lo hará mañana.
Mañana. Mañana...
Mientras tanto, el trabajo en la rígidoteca sigue avanzando. El Androide-Programador
retira cada día las unidades de almacenamiento que han sido analizadas, para su posterior
destrucción.
Él no sabe. No sospecha nada. No se da cuenta de lo que LGT-32 está planeando.
Autor: Gonzalo Salesky 6
Ocho minutos humanos antes de comenzar su turno, LGT-32 se acerca a la lámina
metálica de diez metros cuadrados que está en la sala principal del edificio. Se transmite a sí
mismo la imagen que perciben sus sensores. Se ve reflejado allí. Se descubre.
Se pregunta para qué los humanos construían semejante cantidad de... ¿qué nombre
tienen?
E – S – P – E – J – O – S. Espejos.
Ellos los usaban. Ellos se percibían allí.
Un archivo revisado unos seis meses atrás volvió en ese instante a sus circuitos
principales. En él se explicaba el procedimiento de fabricación de un espejo.
¿Para qué hacían tantos espejos?
¿Qué objeto tienen? ¿Qué fin? ¿Qué meta?
Cada día, LGT-33 disminuye su ritmo de trabajo. En las estadísticas nota que su
producción ha bajado. Decide chequear su reserva de energía pero no es capaz de hacerlo.
Algo le pasa. No puede movilizarse normalmente. Por la noche, su batería no logra recargarse
el tiempo que él requiere.
Algo sucede. No sabe qué. No lo entiende. Comienza a buscar en su diccionario
humano alguna palabra que describa mejor su situación. Debería comunicar esta falla.
Seguramente podrán ayudarlo. Antes de que sea tarde para una reparación. Antes de que lo
apaguen. Antes de que la luna salga y...
N – E – C – E – S – I – T – A - R.
Yo necesito, tú necesitas, él necesita.
Yo necesito.
Autor: Gonzalo Salesky 7
Necesita algo. Necesita recuperar energía. Volver a su nivel de memoria. Pero no
puede.
Algo pasa. Algo malo sucede.
Algo. Algo...
En cambio, LGT-32 casi duplica sus horas de trabajo. El Programador es incapaz de
advertirlo, ya que LGT-32 también está quitándole, uno a uno, todos sus paneles de memoria.
LGT-32 necesita más. Mucho más. Tanta inteligencia, tanta capacidad de
almacenamiento y procesamiento... ahora sabe, ahora puede. Ahora sabe que puede, ahora es
capaz de descubrirlo.
Entiende que no sólo debe analizar letras y números. Hay algo más que eso entre Todo
Lo Humano. ¿En qué otros archivos podrá encontrar algo distinto?
Finalmente, en un disco duro de 0,16 x 104 PB lo hace. Allí descubre, por primera vez,
otro reflejo de la antigua civilización.
¿Cómo había pasado tanto tiempo y no se había dado cuenta de eso?
Existe una palabra para aquello. Una palabra humana. Bela, bele, beli...
Busca. Nombra. La encuentra.
B – E – L – L – E – Z – A. Belleza.
¿Sería eso lo que pasaba por el centro de almacenamiento de los hombres cuando
percibían los archivos JPG?
Por un instante dejó de procesar formatos DOC, XLS, MDB, PDF, EXE...
Sí, JPG. Eso es. JPG condensa todo. Lo muestra tal como había sido. Tal como fue
antes de la catástrofe, antes de la extinción.
Autor: Gonzalo Salesky 8
Miles y miles de JPG, una por una... Ésa será su tarea. Ahora lo sabe. Podrá conocer
cómo era la Tierra, cómo se veía antes de los desiertos. Quizá alguna vez lo había leído, pero
hoy… hoy se siente capaz de entender, capaz de comprender, capaz de incorporarlo a sus
circuitos de manera permanente.
Un JPG vale más... vale más que...
Nada lo distrae ahora. Ni siquiera el viento y la arena que siguen avanzando contra el
edificio de la rígidoteca. LGT-32 cambia su patrón de búsqueda y comienza a observar en
cada pantalla solamente archivos JPG.
Seis, siete, ocho millones de imágenes pasan cada hora frente a él. Con ellos, el espejo
de los recuerdos y sentimientos de la raza extinta. Su historia, paso a paso. Los rincones más
lejanos del globo. Los paisajes, plantas y animales desaparecidos. La sonrisa de hombres,
mujeres y niños. Sus sueños y sus miedos. Sus fracasos…
LGT-32 sabe que ahora necesita más espacio. Quiere almacenar, quiere guardar todo.
Lo necesita. Desea ver JPG las veinticuatro horas de cada día solar, aunque no pueda estar
conectado a las pantallas retráctiles. Para ello, busca en las bases de datos cómo hacían los
humanos para extraerlas de allí.
Busca. Busca. Necesita encontrar alguna forma.
Aparentemente, en la década actual no quedan máquinas que permitan reproducir o
copiar JPG en planchas de color blanco...
¿Qué nombre tenían? ¿Celulosa?
Hay una antigua palabra que designaba eso. P – A – P – E – L. Papel, eso es.
¿Cómo podrá sacarlas de la pantalla y enviarlas al papel?
Autor: Gonzalo Salesky 9
No hay nada. Aún no hay nada.
Por ahora. Sólo por ahora.
El día cuarenta del mes ocho, LGT-32 quita el último módulo de memoria inteligente
del Programador y lo inserta en una de sus pocas ranuras disponibles. Está llegando a su
límite. Tiene que encontrar la manera de sacar fuera de las pantallas tanto... tantas... tanta
belleza. Con los refuerzos que obtuvo de los otros dos androides, sabe que ahora es capaz de
fabricar algún dispositivo.
De a ratos se siente en un laberinto sin salida.
Mas ya pensaría en algo.
Memoria integra la
Antología “Cuentos por correo”
(Ediciones Osiris, España).


UNA VEZ MÁS



A veces dudas... y es lo mejor.
Si no te escondes
voy a tu encuentro.
Quizá el destino sea el de siempre
y nos despoje del misterio,
de la brisa.
¿Salvas mi piel de tanto orgullo?
No te arrepientas jamás de tu pasado.
Miles de noches pensando en lo prohibido,
en cada manzana dispuesta a morir
sin tanto pecado.
Esquivo los golpes de la culpa
y pienso que no he perdido todo.
Habrá otros arco iris y, de noche,
el sol verá la luna una vez más.

Gonzalo Salesky 

AUNQUE NO ENTIENDAS



Vi negro sobre blanco,
vi estaciones.
Vi trenes subterráneos,
vi poesía.
Allí donde no hay nada más que sombra
hay bruma, hay nostalgia.
Está tu orilla.
Están tu sueño y el mío,
está la brisa clavada en los rincones.
Va el dolor,
susurrando mi adiós,
dictándome estas líneas al oído.
Leyéndolas en vos
(aunque no entiendas).
En el mismo rincón sigo esperando
como un beso apagado,
como una vieja lámpara.
Como un sombra fría,
te cansaste de verme,
atada a aquellos tiempos
en que todo era nada.
El mañana llegó:
no somos la esperanza,
sólo el pasado a prueba.
¿Y qué más da?
Si lo eterno no existe,
si el hoy se va en segundos
y este mundo, sin vos,
no vale nada.

Gonzalo Salesky




FINAL FELIZ



He sido sombra de todo lo que eras,
quizá el opaco espejo de tu alma.
Tendré que cuidar este reflejo
a pesar de que no fui lo que soñabas.
A veces, cuando duermes, pienso en Dios
y en el milagro eterno de la vida.
Me siento ingenuo al ver la luz del sol
bañando mi refugio y tu vigilia.
Las máscaras son muchas y es inútil
continuar discutiendo con el viento.
Todo lo que quise costó tanto...
sé que el final feliz está muy cerca.

Gonzalo Salesky







PRESAGIO


Sé que en la vida, no importa cómo,
también el fuego se apaga con el día.
La noche es corta cuando el invierno acecha,
el tiempo cura y sana las heridas.
Dejar de hablar no ha sido buen remedio;
sé que el presagio de luz y de agonía
se está cumpliendo, no importa cuándo llegue,
tal vez sea cerca y te encuentre dormida.
No lo verás venir aunque se anuncie,
¿sabés qué dulce y vana es esta espera?
Porque muy pronto saldrás, será tan fácil
como volver al punto de partida.

Gonzalo Salesky


ARLEQUINES



Como arlequines en el viento,
tu risa vuela y me acompaña.
Me envuelve y eleva en pleno otoño,
me hace crecer y madurar en el silencio.
Tal vez, anochezca para algunos
pero, mi amor, sólo tu amor me basta
para llegar al paraíso eterno en vida,
poder soñar despierto con tus ojos,
y así olvidar, del todo, aquellas lágrimas.

Gonzalo Salesky


SERÁS



Serás aliento de mar, serás nostalgia
cuando se aleje tu boca y no regrese.
Serás mi brisa cuando no sople el viento,
serás el fuego más allá de las palabras.
Serás el cielo, vacío de mis páginas,
y la plegaria que anuncie mi partida
cuando el dolor, este mundo y nuestra vida
se lleven todo y no me dejen nada.

Gonzalo Salesky

BATALLA



Otra batalla que me ha ganado el tiempo...
el reloj no se detiene, y a la noche
¿algo vale la pena? No lo sé.
Cada vez menos recuerdos,
todo es tan fugaz e inútil.
Busco almas, ya no encuentro
y quiero darle lugar a la tristeza.
Quiero saber de tus sueños,
imaginarme tus miedos,
quiero saber si en la brisa
está la luna de día.
Si en tu rostro hay luz de noche,
si el sol congela el dolor.
La soledad es aquel lodo
donde aquieto mis temores.
El pánico a la hoja en blanco,
a los perros insaciables...
¿Adónde fueron mis sueños?
¿Saldré alguna vez de aquí?
¿Lograré verte de nuevo?
¿Podré enderezar mi rumbo?
¿Cuánto durará lo eterno?
¿Tan vacío fue mi amor?

Gonzalo Salesky

AL PARTIR



Sigo pensando que lo mejor es irme
en vez de ver gastadas retahílas.
La frente alta, el corazón intacto,
mi alma marchita, la fuente sin monedas.
El cenicero gris y sin sentido,
las copas de ayer llenas de vacío...
Vuelvo a sentir que me llena el desgano
al repetir nuevamente el recorrido.
El reloj de arena quedó atrás
y será el mar quien cure mis promesas.
Dibujaré mis sueños tantas veces
como sea necesario, al partir.


Gonzalo Salesky





LODAZAL


Tu alma, de noche, es luz para mis ojos.
Tus lágrimas se pierden en mis labios.
Parados en el mismo lodazal
de ayer, se fue mi sufrimiento.
Tuviste tiempo de soñar y de esperar
siguiendo pasos que al final te desviaron.
Después de cada abrazo, somos menos.
Luego de cada herida, mucho más.
Pasa nuestra vida y en el fondo
sabemos que queda poco invierno.
¿Por qué dudar? ¿Acaso el sol olvida?
¿Tanto vacío hay? ¿Tanto silencio?
La nostalgia abrirá cicatrices
hasta el día en que acabe la poesía.

Gonzalo Salesky



FÁCILES DERROTAS



Descubro. Crezco. Lloro y busco.
Me aferro a mi silencio
pero nunca me ayuda.
Me hundo. Vuelo. Duermo y respiro,
aunque esta cruel locura
me aleja del sendero.
Perseguiré mis sueños con la vida,
dejando atrás la poesía y el alivio
que no terminará nunca de noche,
sólo de día... sólo de día.
Némesis hambriento de victorias,
voy paso a paso, por ese rumbo ciego,
que me seduce con fáciles derrotas.
Opaco néctar simulando veneno,
las huellas no se ven, y es un secreto
saber dónde bifurcan los caminos.

Gonzalo Salesky



ESPERA



Fui entendiendo tu pasado
poco a poco, suavemente,
así como me costó amarte.
Brillas cada vez más en mis días.
Serás rubí o esmeralda, mientras pasan
tantos años de golpe, tanta vida.
Ahora entiendo que el tiempo
es sólo la suma de nostalgias.
El mundo sigue en venta y no sirvió
mojar el mar con lágrimas amargas.
Por eso es tan dulce la espera
por volver al sol o hacia la luna.

Gonzalo Salesky

13 comentarios:

  1. Bienvenido a est erincón literario y gracias por aportar estos poemas maravillosos que son un granito más para llenar este granero de letras.
    Un saludo

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  2. Muy sinceros tus versos, de ritmo lento, se disfruta de la armonía y el equilibrio "a pesar de", del corazón que los ha escrito. Gracias por compartir. Saludos desde Panamá.

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  3. dejo un fuerte abrazo y mis felicitaciones para este escritor argentino nacido en la ciudad de cordoba,por cierto,preciosa ciudad que tengo la dicha de conocer.

    sus escritos me han parecido maravillosos como asi tambien toda su trayectoria de escritor.

    les dejo ahora si un fuerte abrazo para todos y les deseo una magnifica semana amigos!!!

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  4. En dos palabras IMPRE-SIONANTE...
    Admiro tu poesía.

    Un fuerte abrazo.

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  5. poesía limpia, libre de barroquismo... me gustó, Rocío

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  6. Santiago, te doy la bienvenida como seguidor de mi blog, veo que compartimos el gusto por la poesía.
    Salud
    Francesc Cornadó

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  7. Estimado Santiago:

    Interesantes los textos del poeta Gonzalo Salesky.

    Abrazos,
    Frank.

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  8. Todos me gustaron, en especial el segundo y tercero.

    Un abrazo

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  9. Escribes muy bien, Gonzalo
    Gracias por estar ahí y regalarnos tu poesía.

    Un abrazo
    Mercedes

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  10. Bienvenido Gonzalo a este estupendo lugar de letras.Un placer grato leer tus obras literarias.

    Abrazos de MA para ti desde este hermoso lugar que Santiago nos ofrece a todos los escritores de alrededor.

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