Juan José Cantón y Cantón (1960), licenciado en Filología Francesa por la Universidad Complutense de Madrid, ciudad donde reside, es autor de los siguientes libros de poesía: Flashes (Madrid: Ed. Libertarias, 2004, ed. bilingüe español-francés), Caos (Madrid: Ed. Libertarias, 1998) Psicalgia (Madrid: Ed. Betania, 1994, ed. bilingüe español-francés), Tromba (Madrid: Ed. Devenir, 1990) y Delirio del desarraigo (Madrid: Ed. Betania, 1990). También es autor del cuaderno Poemas a Cózar (Málaga: Ed. Corona del Sur, 1998) y coautor del poemario Caminantes de esquinas (Madrid, 1982).
Su Obra :
Navidades
La tristeza
-¿quieres creer?-
viene de esas bombillas
blancas
que recuerdan en las ramas
desnudas
de los árboles de las avenidas
y plazas
a la nieve
ausente.
De pronto,
un alud de recuerdos,
lo vivido y lo no vivido,
lo irrepetible y lo imposible, de golpe.
De pronto,
ráfagas de infancia,
figuras del belén, dulces y turrón,
uvas y juguetes
(¡Felices fiestas!),
un tiempo acumulado en vacíos,
la adolescencia yerma, quebrada e incierta,
una cama y cuatro muebles,
libros,
un traje y alcohol,
y la madurez brutal, violenta y súbita,
cuando todo está por venir
y el porvenir no llega.
Sarajevo y Grozni y Gaza y Cisjordania y Erbil…,
topónimos para el olvido
de un futuro con otros nombres, con otros muertos.
El vacío multiplicado en las estrellas,
con los sueños idos y perdidos
en años ya vividos e irreconocibles.
El aire esparce en mis ojos
una tristeza blanca
y un poco de frío en mis huesos
que me hacen no creer en nada,
otra vez solo
en el tumulto de gentes y bolsas;
otra vez, en el brillo apagado
de los que duermen en las calles
del mundo perfecto
e incluso, en estos días, solidario
-dicen.
(¡He tocado sus heladas manos con mi corazón!)
Vivo porque tú me amas
Vivo de silencios que se agradecen
con los ojos o las manos,
de palabras no dichas y vertidas
en gestos inusitados,
y de un poco más de ternura,
perceptible en el mismo aire
que respiramos,
porque tú siempre me esperas
tras los agujeros de la niebla,
le concedes tu luz
a mis pasos equivocados a veces,
y recoges mis invisibles mensajes,
todos los posibles
que ambos nos otorgamos;
me amas como yo a ti, desorbitadamente
compartiendo sueños, rincones secretos,
buscándonos en razones y sinrazones,
encontrándonos.
Ya estas con nosotros.. Bienvenido y que esta sea tu nueva casa literaria..
ResponderEliminarUn saludo