Rosa García Ferro, descendiente de españoles, nació en
1927 en el partido de Tigre, provincia de Buenos Aires, Argentina.
Aprendió el oficio de sastre, al cual se dedicó desde muy temprana edad.
Escribe poemas hace más de 40 años contando solo con 3
años de escuela.
Hace dos años logró cumplir su sueño de publicar un libro
con algunos de sus tantos poemas, el cuál titulo En mi pluma está mi alma.
Su obra :
HOMENAJE A RENÉ FAVAROLO
Que
tristeza en esos ojos
Eminencia
Favarolo
Te
aliaste con la muerte
Y
que triste que fue todo.
El
pueblo no te dio mérito
A
tu bisturí de oro
Te
mataron de a poquito
Para
mi que eso fue todo.
Y
te fuiste entristeciendo
Se
notaba en tu mirada
Eminente
Favarolo
No
pensaste que hacías falta.
Por
que se cruzo el demonio
En
tu mente atormentada
Y
así te entrego el revolver
Y
el se reía a carcajadas.
Campechano
y buen amigo
Vos
naciste en La Pampa
Vos
atendías a un rico
Y
por que no al sin abrigo.
Que
misterio fue tu muerte
Por
que aflojaste Doctor
Hacías
falta a tus humildes
Que
reconocían tu valor.
Se
cansó tu inteligencia
Y
te sentaste en un rincón
Para
escribir unas cartas
Y
pedir perdón a Dios.
Perdón
por tu decisión
Y
quitaste tu vida
Aún
sigue tu fundación
Pero
lo buitres te olvidan.
Y
tanto bien que has sembrado
Tantas
vidas que has salvado
Y
no pudiste salvarte
¿Que
te paso en ese instante?
¿A
caso fue un gran amor?
¿A
caso fue un desengaño?
Y
cuando llegaste al cielo
Mi
Dios te estaba esperando.
Y
le entregaste tu bisturí
Además
que tu alma
Y
mirándolo a los ojos
También
te cayó una lágrima.
Tristeza
en el barrio
Por
un buen muchacho
Que
nunca mató
Hoy
lo condenaron.
Su madre lloraba
No
podía pensar
Que
a su hijo tan bueno
Lo
llevaban al penal.
Besando
a su esposa
Entre
llanto y dolor
No
despiertes a los chicos
No
les digas que me voy.
No
le cuentes que ese juez
Con
alma de perro humano
Por
no tener yo dinero
Me
condenó a 30 años.
Por
no saber yo leer
Embarulló
mis papeles
Y
el canaya que hizo el crimen
Anda
suelto y yo en la cárcel.
Abrieron
la puerta
Con
3 campanadas
Parecía
que ese día
A
mi me enterraban.
Me
dieron la ropa
Un
número y un jarro
Se
reía el carcelero
Aquí
lavas tus pecados.
Los
días son largos
Igual
que mis noches
Espero
justicia
Y
que Dios me apoye.
A
veces se escucha
La
guitarra de un compañero
Canta
sus penas al viento
Le
contestan los jilgueros.
Acá
te olvidas de todo
Y
aprendes a madurar
Aprendes
a ser más hombre
Y
hasta aprendes a llorar.
El
preso que nunca quiso
Ni
siquiera ni a su madre
Difícil
es que no la olvide
Que
ni la sueñe y que no la llame.
Yo
tengo una compañía
Una
paloma muy blanca
Se
metió por mi ventana
Y
duerme junto a mi cama.
La
pureza de sus plumas
Me
da calor en mi almohada
Y
el aliento de su pico
Me
da el amor que me falta.
Por
la ventana muy chica
El
sol también me acompaña
Con
el trinar de los pájaros
Me
alegran un poco el alma.
Con
el correr de los años
Me
fui mirando mis manos
Las
arrugas fui palpando
Mis
cabellos están blancos.
Y
los días de visita
El
espera una señora
Una
viejita chiquita
Es
su madre que lo adora.
Y
ya cumplió la condena
Ya
llegó su libertad
La
calle se le hizo larga
Para
llegar al hogar.
Con
una bolsita al hombro
Su
corazón destrozado
Así
llegó hasta la puerta
De
su hogar tan arruinado.
Allí
estaba la viejita
Con
sus nietos adorados
Este
es tu padre, bésalo
Viene
de un camino largo.
¿Dónde
está mi compañera
Que
no vino a saludar?
Mamá
está en el campo santo
Allá
se fue a descansar.
Y
abrazados los tres juntos
Se
fueron al cementerio
Para
pedir a la madre
Que
los cuide desde el cielo.
Gracias por colaborar en este blog. Bienvenida a esta tu casa de las letras.
ResponderEliminarUn saludo
Qué lindo leer tus versos que destilan tristeza de la vida real
ResponderEliminarQue hermoso ver mis poemas en su blog!!
ResponderEliminarSimplemente GRACIAS Santiago por considerarme en su espacio! Es un gran honor...
Saludos cordiales,
La Abuela